Este estudio examina la hipótesis de que el rápido desarrollo de la inteligencia artificial (IA), que culminó con el surgimiento de la inteligencia artificial (ASI), puede actuar como un «gran filtro» responsable de la falta de civilizaciones tecnológicas avanzadas en el universo.
Se propone que dicho filtro surja antes de que estas civilizaciones desarrollen una presencia multiplanetaria estable, lo que sugiere que la longevidad típica (L) de una civilización tecnológica es inferior a 200 años. Estas estimaciones de L, cuando se aplican a versiones optimistas de la ecuación de Drake, son consistentes con los resultados nulos obtenidos por recientes estudios SETI y otros esfuerzos para detectar diversas firmas tecnológicas en todo el espectro electromagnético.
A través de la lente de SETI, reflexionamos sobre la trayectoria tecnológica actual de la humanidad: las proyecciones moderadas para L subrayan la necesidad crítica de establecer rápidamente un marco regulatorio para el desarrollo de la IA en la Tierra y el avance de una comunidad multiplanetaria para mitigar tales amenazas existenciales.
La sostenibilidad de la vida inteligente y consciente en el universo depende de la implementación oportuna y efectiva de tales medidas regulatorias e iniciativas tecnológicas internacionales.
¿Es la inteligencia artificial un fino filtro que hace que las civilizaciones tecnológicas avanzadas sean raras en el universo?Acta Astronáutica (Acceso Abierto)
Astronomía
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