La Cámara de Diputados modificó la Ley General de Vida Silvestre para prohibir el uso de mamíferos marinos -como delfines, focas y nutrias- como parte de espectáculos de entretenimiento o actividades ajenas a investigaciones científicas o motivos educativos. También está prohibida la cría intensiva a menos que el objetivo sea la reintroducción, restauración o transferencia de ejemplares.

La enmienda fue impulsada por la diputada Karen Castrozón Trujillo, miembro del Partido Verde (PVEM) y presidenta de la Comisión de Medio Ambiente y Recursos Naturales. Explicó que la enmienda busca frenar la reproducción forzada de los mamíferos marinos con las facultades actuales hasta que los ejemplares mueran.

Cualquier propietario de mamíferos marinos tiene 90 días para presentar una lista junto con los cambios en su plan de gestión necesarios para cumplir con la nueva ley. Estas actualizaciones deberán presentarse ante la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, SEMARNAT, y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, Profepa. De no hacerlo, se cancelarán los permisos para tener mamíferos.

Mientras tanto, la Oficina del Presidente tendrá un máximo de 365 días después de la entrada en vigor de la ley para iniciar el proceso de emisión y actualización de todas las normas administrativas necesarias para cumplir con la Ley de Vida Silvestre.

«Poner a estos mamíferos marinos bajo el estrés de ser parte de un espectáculo es inhumano, y para eso tienen que modificar su comportamiento natural», dijo la diputada federal del Partido Verde, Karen Castrejón. Moisés Pablo Nava/Curtoscuro

En su exposición de motivos, aunque la reforma se centra en los mamíferos marinos, dice que el principal impulso detrás de ella son los delfines, cuyos medios de vida han sido «distorsionados» porque la gente cree que su cautiverio para entretenimiento es un medio para protegerlos. especies.

Aunque la ley prohíbe la captura de delfines, existen suficientes ejemplares para reproducirse en cautiverio, lo que «ilustra la necesidad de mantener a un animal en cautiverio de por vida si se hace sin motivo», señala el comunicado. La nueva ley también reconoce la imposibilidad de reintroducir ciertos mamíferos en sus hábitats naturales, en particular aquellos nacidos en cautiverio y «ni siquiera tienen la oportunidad de experimentar la libertad».

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Según Forbes México, existen alrededor de 3,000 delfines en cautiverio en el mundo, 250 de los cuales se encuentran en México. Los ingresos por espectáculos con delfines en cautiverio oscilan entre 400.000 y 2,2 millones de dólares por animal.

El diputado Castrejón Trujillo comentó que “es inhumano someter a estos mamíferos marinos al estrés de ser parte de un espectáculo que les exige modificar su comportamiento natural”. En ese sentido, dijo, la nueva ley refleja las demandas de los activistas ambientales que llevan años luchando para detener el uso de delfines con fines de lucro.

La nueva ley siguió a una ley de 2015 que prohibía el uso de animales salvajes en los circos. En ese momento, dicha legislación creó un problema para rehabilitar a los animales rescatados, muchos de los cuales terminaron en el controvertido santuario de grandes felinos de jaguares negros y tigres blancos en las afueras de la Ciudad de México, administrado por una organización benéfica con oficinas en California y México. La agencia ambiental Profepa lo cerró en julio después de que descubrió que los animales residentes morían de hambre y sufrían un grave abandono.

con informes de Forbes México Y Bahía de información