El tiburón ángel chileno está envuelto en un velo de misterio

Mientras cazaban peces óseos frente a las costas de Chile, los pescadores artesanales capturaron accidentalmente algo muy importante en sus redes de enmalle. Han usurpado una especie «perdida». En 1887, un investigador describió al tiburón ángel chileno, un tiburón pequeño y plano que se asemeja a una raya y que vive en aguas costeras poco profundas. Sin embargo, un estudio reciente publicado Revista europea de taxonomía (25 de abril) afirma que esta explicación es incompleta e incorrecta, El Heraldo de Miami informó.

Según los investigadores, el autor del estudio de 1887 proporcionó sólo unas pocas medidas corporales, insuficientes para distinguir este ejemplar de sus parientes cercanos. Para empeorar las cosas, el animal recolectado se perdió, dejando un vacío en nuestra comprensión científica del tiburón ángel chileno. Aunque la captura incidental ocasional ha permitido avistamientos de la criatura a lo largo de la historia, una descripción completa sigue siendo difícil de alcanzar. Luego, según quiso el destino, los esquivos tiburones aterrizaron en manos de los pescadores.

El estudio describe cómo los pescadores congelaron dos tiburones enteros y la cabeza de un tercero antes de llevarlos al Museo Nacional de Historia Natural en Santiago, Chile. Allí, los investigadores se alegraron de confirmar que se habían topado con dos Squatina armata, conocidas en español como Angelote y en inglés como Tiburón ángel chileno.

El estudio describe que los tiburones miden más de 3 pies de largo y tienen cuerpos aplanados que les dan un parecido sorprendente con las rayas en lugar de los tiburones. Según los investigadores, además de su apariencia única, estos tiburones lucen «espinas dorsales agrandadas»: protuberancias pequeñas, afiladas y en forma de gancho que se encuentran en la cabeza y la espalda.

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A pesar de este fatídico encuentro, el tiburón ángel chileno sigue siendo un misterio. Debido a investigaciones limitadas y rara vez vistas, la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza los clasifica como «En Peligro Crítico». Esta falta se hace eco del comportamiento de otros angelotes, como el angelote común. Según lo documentado por la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica, estas fascinantes criaturas acechan y cazan. Esperan presas desprevenidas, como pequeños peces, crustáceos, moluscos y cefalópodos, escondiéndose pacientemente en el fondo marino y nadando antes de atacar.

Según la NOAA, estas enigmáticas criaturas son «habitantes nocturnos del fondo» y pasan la mayor parte de sus vidas enterradas en la arena y el barro de los sedimentos costeros. El estudio destaca que comprender e identificar esta especie es «vital» para su conservación. Estos tiburones enfrentan importantes amenazas debido al desarrollo costero, la degradación del hábitat y la sobrepesca.

«Los estudios taxonómicos recientes de los angelotes… junto con las características morfológicas actualizadas de los angelotes chilenos, su distribución geográfica, las estimaciones de abundancia y la ocurrencia real de desembarcos pueden, en última instancia, proporcionar aclaraciones para informar las mejores prácticas de conservación para esta especie en peligro de extinción y otros angelotes a lo largo del costa del Pacífico de Estados Unidos», dijeron los investigadores. Los tiburones fueron capturados cerca de Playa Cerimeno en el norte de Chile, en la costa del Pacífico.