Nueve baterías que pesan en total 3.000 kg descienden del espacio a la Tierra. Las baterías se separaron de la Estación Espacial Internacional (ISS) en 2021, lo que generó dudas sobre su destino al reingresar. A pesar de la gran cantidad de objetos arrojados desde la estación espacial, los científicos aseguran que no hay motivo de preocupación. La eliminación del material gastado de la estación espacial es una práctica rutinaria y, en el caso de estas baterías, se espera que se quemen sin causar daño al reingresar a la atmósfera de la Tierra.
Aunque es común que los materiales se quemen, el gran tamaño de estas baterías ha despertado el interés en su reingreso. El Centro Nacional de Alerta de Alemania ha indicado que un fragmento espacial considerable, posiblemente estas baterías, entrará en la atmósfera de la Tierra entre el 8 y mediados de marzo.

Según los informes, se espera que estas baterías, una vez reintroducidas, se degraden y no causen daños. Aunque algunos fragmentos pueden llegar a la Tierra, los científicos insisten en que no existe ningún peligro asociado a ellos. El lugar exacto de aterrizaje de estos restos es un tema de debate entre los científicos. La caída de escombros desde el espacio no es infrecuente y se dice que los desechos de los satélites llegan a la Tierra todos los días. A pesar de la regularidad de este tipo de eventos, existe una preocupación natural cuando objetos, incluso procedentes de la ISS, aterrizan en la Tierra.