En una reunión presidida por el rey Salman, el gabinete saudita aprobó una decisión sobre un movimiento para otorgar el estatus de socio de diálogo en el bloque de Riad.

Arabia Saudita acordó unirse a la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS) como un «socio de diálogo», informaron los medios estatales el miércoles en la última señal de vínculos políticos más estrechos con China.

La Organización de Cooperación de Shanghai se estableció en 2001 como una organización política, económica y de seguridad para competir con las instituciones occidentales.

Aparte de China, sus ocho miembros incluyen India, Pakistán y Rusia, así como cuatro países de Asia Central: Kazajstán, Kirguistán, Uzbekistán y Tayikistán. Irán se unió a la OCS como miembro permanente el año pasado.

El Gabinete aprobó la decisión en una reunión presidida por el Rey Salman el martes, informó la Agencia de Noticias de Arabia Saudita (SPA).

Dijo que la medida otorgaría a Riad «el estatus de socio de diálogo en la Organización de Cooperación de Shanghai».

Las fuentes dijeron que unirse a la OCS se discutió durante la visita del presidente chino, Xi Jinping, a Arabia Saudita en diciembre pasado.

Otros países con estatus de observador o socio de diálogo son Egipto, Irán y Qatar.

Tras el anuncio de Saudi Aramco el martes de una inversión multimillonaria en China, finalizó una empresa conjunta planificada en el noreste de China y compró una participación en un grupo petroquímico de propiedad privada.

La decisión de Riad de aliarse con el bloque se produce menos de tres semanas después de la publicación de un histórico acuerdo de reconciliación negociado por China con Irán para restablecer los lazos diplomáticos completos, cortados hace siete años.

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Rivales acérrimos desde hace mucho tiempo, Irán, de mayoría chiita, y Arabia Saudita, predominantemente sunita, se han involucrado en una serie de conflictos indirectos en la región, como el conflicto en Yemen. Teherán ha negado respaldar a los rebeldes hutíes, que se apoderaron de grandes extensiones del empobrecido país a finales de 2014.

Una coalición militar liderada por Arabia Saudita intervino en apoyo de Hadi en marzo de 2015, pero los hutíes aún controlan el país, incluida la capital, Sanaa.

Riad dijo que el proceso de reconciliación se inició con la propuesta del presidente Xi Jinping el año pasado de servir como un «puente» entre los dos pesos pesados ​​de Medio Oriente durante la ronda anterior de conversaciones bilaterales con Teherán.

El papel de Xi en la reconciliación llamó la atención dada la tradicionalmente estrecha asociación de Arabia Saudita con Washington, aunque esa relación se ha visto tensa recientemente por disputas sobre derechos humanos y producción de petróleo.

Xi habló por teléfono con el hijo de Salman y el gobernante de facto de la nación del Golfo, el príncipe heredero saudita Mohammed bin Salman, el martes, y lo elogió por aliviar las tensiones en el Medio Oriente.

En sus primeros comentarios sobre el asunto que se harán públicos desde el acuerdo entre Arabia Saudí e Irán, Xi dijo que el diálogo promovido por China «desempeñará un papel importante en el fortalecimiento de la unidad y la cooperación regionales».