La inversión extranjera directa (IED) de México cayó un 9,9% a $ 23.482 millones de enero a septiembre de 2020, en comparación con una cifra preliminar para el mismo período del año anterior, dijo la Secretaría de Hacienda.

Esta cifra es la diferencia entre una entrada de $ 31.171 millones y una entrada de $ 7.688,7 millones.

Como siempre, esta cantidad se ajustará a medida que se reciba más información para el período del informe.

«La contracción reportada está relacionada con la epidemia de Kovid-19, que ha creado desafíos sin precedentes para la economía global y la IED», dijo el Ministerio de Finanzas.

A nivel mundial, las entradas mundiales de IED cayeron un 49% en la primera mitad de 2020 (seis meses desde el promedio anual) en comparación con 2019, según cifras de la Conferencia de las Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (UNCTAD). Tus estimaciones para todo el año Reducción de las entradas mundiales de IED entre un 30 y un 40%.

En particular, la UNCTAD estima que la IED en América Latina disminuirá entre un 40% y un 55% para 2020.

«Desde esta perspectiva, la resistencia de México a la crisis financiera y de salud se refleja en las entradas de IED menores a las esperadas por la UNCTAD», dijo el Ministerio de Finanzas.

Según el tipo de participantes, las actividades de 2.884 empresas en IED registradas para el período enero-septiembre de 2020 involucraron capital extranjero; 2.174 contratos fiduciarios; Y 19 despachos de abogados extranjeros.

Asimismo, la IED acumulada en los primeros tres trimestres de 2020 se financió principalmente con la reinversión del 53,7% de las utilidades, seguida del 24,9% de las cuentas entre empresas y del 21,4% a través de nuevas inversiones.

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Según los sectores financieros, la manufactura encabezó la lista con un 40,1%, seguida por los servicios financieros y de seguros con un 18,4%, el transporte con un 11,8%, el comercio con un 7,2%, la minería con un 5,5% y la producción, transmisión y distribución de electricidad con un 4%; El 13% restante está en línea con otros sectores.

roberto.morales@eleconomista.mx